Recreación 3D de un dibujo del pintor veneciano del siglo XVIII Canaletto.
The Last Drawing of Canaletto (Cameron McNall, 2000) YouTube
Producida por el departamento de diseño de UCLA.
Recreación 3D de un dibujo del pintor veneciano del siglo XVIII Canaletto.
The Last Drawing of Canaletto (Cameron McNall, 2000) YouTube
Producida por el departamento de diseño de UCLA.
Realmente, la idea de McNall es buena, original o no, pero buena. La transformación de una obra pictórica en un espacio en tres dimensiones puede aportar muchas cosas interesantes. Pero este vídeo se queda corto. La idea es buena pero no acaba de estar bien ejecutada ni realizada. Para empezar no se pone en situación al espectador, es decir, no se le muestra la pintura de Canaletto San Marco: el crucero y el transepto norte, con músicos cantando entera, si realmente, y es lo que parece, quiere que el espectador experimente la transformación del dibujo hace falta que primero conozca a éste, y por lo tanto, que se le enseñe entero. Si no se tiene una visión global de la obra no puede valorarse la recreación espacial. Además, no se le explica al espectador qué es lo que va a ver, y si a eso le juntas que el efecto de corporeización es muy sutil y echa en un plano completamente oscurecido… El espectador se queda perdido y no entiende lo que está pasando y qué es lo que se le muestra.
Por otro lado, el vídeo no tiene ningún tipo de coherencia en la planificación, ya que no es una obra cohesionada. Hay tres partes muy diferenciadas y que no acaban de relacionarse bien entre sí: los planos del dibujo, la cámara moviéndose entre los personajes recreados i los planos fijos de la iglesia con movimientos de luz. Estos últimos no son ni una recreación de Canaletto, se han borrado todos los cuerpos. Además, tampoco se relacionan con los otros planos. Sí que es cierto que los efectos pueden ser bellos pero parecen gratuitos. Además también se hace un poco rara la relación de luz entre estos diferentes planos, en unos una luz tenue estática y, en cambio, en los otros el punto de atención es la propia luz, como si de golpe el sol corriera a una velocidad impresionante o como si se comprimiera el tiempo, mientras que los otros planos y la música invitan más bien a dilatarlo. No queda justificado el porqué de estos planos.
Finalmente, tampoco es fidedigno a la calidad gráfica de la pintura; estilo, textura, figuración… quedan totalmente desvirtuadas en la recreación. Estas figuritas que parecen de plastilina no hacen para una obra de Canaletto y los primeros planos de los monigotes son horrorosos. Se podría entender que no se fuese fidedigno, si esto tiene algún objetivo. Por ejemplo, si se es realista, llegando a colorear los cuerpos, se conseguiría adentrar el espectador en el ambiente mostrado en el cuadro, hasta el punto de ilustrar de una nueva manera momentos de la historia. ¿No sería bonito poder entrar en un cuadro de Rembrandt?
McNall tiene una buena idea y su presentación es bonita pero hubiera faltado que le diera otra vuelta a su proyecto antes de haberlo realizado.
Agnès Padrol
mayo 2010