Los logos voladores eran animaciones 3D típicas en los años ochenta. Esta pieza trata el tema con ironía.
Flying Logos (Peter Conn, 1989) YouTube
Los logos voladores eran animaciones 3D típicas en los años ochenta. Esta pieza trata el tema con ironía.
Flying Logos (Peter Conn, 1989) YouTube
Lo que nos parece interesante de Flying Logos es analizar su discurso desde nuestra perspectiva actual, desde nuestro marco social y tecnológico. Un tipo llama a Flying Logos y le pide al teleoperador que le muestre el catálogo de posibilidades que la compañía le puede ofrecer para crear su propio logo. No cabe duda de que Peter Conn cuestiona esta forma eminentemente empresarial de vender productos audiovisuales -en este caso animaciones 3D-, puesto que ya a finales de los ochenta (en 1989, cuando se hizo el corto) los ordenadores personales eran ya completamente capaces de crear productos de calidad. Esto, que ahora parece evidente, no lo era tanto hasta entonces: eran grandes compañías las que desempeñaban tal tarea, compañías con estaciones de trabajo de alto coste.
Sea como sea, todavía debemos darle una vuelta de tuerca más al asunto. Ahora mismo no sólo los ordenadores que tenemos en nuestras casas son capaces de producir animaciones como las mostradas en el filme, sino que nosotros los usuarios estamos capacitados para crearlos y podemos conseguir fácilmente el software para hacerlo. En cualquier caso, lo que cabría preguntarse es con qué gusto y criterio estético el usuario hace sus diseños. No hay duda que esta accesibilidad al programario implica pluralidad de creadores y creaciones, pero esto no significa más calidad en los resultados. Sin embargo, es una forma mucho más democrática de expresión, y entendemos esto como algo positivo para el enriquecimiento del ser humano.
No obstante, si retomamos el tema del criterio estético a la hora de crear, fácilmente comprobaremos que los ochenta no son generalmente un buen ejemplo del empleo de éste -tanto es así, que muchos de nosotros, nacidos en los ochenta, nos horrorizamos al ver fotografías que demuestran cuan horrendamente nos vestían nuestros padres. Y es que lo que nos muestra Flying Logos es una terrible y gran orgía de colores y efectos. De hecho, el tipo que llama le pide al teleoperador si su logo (World Acces Television) podría ser el planeta Tierra convirtiéndose en una gran esfera con cientos de pantallas, en medio de las cuales volemos a ver una Tierra con un satélite, etc., etc. Agotador. Definitivamente, no hay nada como la sencillez y la sobriedad. Pero ya sabemos que las modas siempre vuelven, y los mismos a los que nos horrorizaba ver como nos vestían nuestros padres, ahora volvemos a vestir con prendas similares y por voluntad propia. Aún así, si tomamos formas de expresión del pasado en nuestras creaciones, lo importante es ser autoconscientes de ello y hacerlo con algún tipo de finalidad.
Emilia Fort
junio 2009