Un hacker es abducido por un ordenador y forzado a participar en una confrontación entre programas informáticos buenos y malos.
Tron (Steven Lisberger, 1982)
La carrera de motos YouTube
Contiene una puesta en escena técnicamente muy avanzada para su época y más de 20 minutos producidos por ordenador.
Se han dado múltiples casos a lo largo de la historia en que un personaje cuyas ideas resultarían capitales para el desarrollo de la ciencia y la técnica era menospreciado por sus congéneres. Salvando las distancias, tal vez este sea también el caso de TRON.
TRON es una superproducción de Disney realizada el año 1982. El filme, dirigido por Steven Lisberger, narra las peripecias de Kevin Flynn (Jeff Bridges) un programador informático que es “digitalizado” y transportado a un mundo virtual donde los programas tienen aspecto humanoide y vida propia. En esta dimensión digital Flynn deberá encontrar a Tron, el único programa capaz de ayudarle a luchar contra el villano que rige el mundo virtual (David Warner).
TRON, pero, no destaca precisamente por su argumento (a menudo calificado de aburrido e incoherente) sino por su incalculable aportación a la industria audiovisual ya que fue una de las primeras películas en utilizar imágenes sintéticas (realizada por ordenador) con la intención de generar escenas visualmente interesantes (por muchos es conocida gracias a la escena de la batalla de motos de luz…).
Estéticamente TRON también resulto muy novedosa y rompedora gracias al diseño artístico de Jean Giraud (más conocido en el mundo del cómic como Moebius), Syd Mead (involucrado en proyectos como Blade Runner o Alien) y Peter Lloyd (responsable de los efectos visuales)
Desgraciadamente, TRON resulto un proyecto fallido para su compañía productora (Disney) ya que en el momento de su estrena el filme fue recibido con frialdad por el público, obteniendo unas ganancias muy por debajo de las esperadas. Hollywood tampoco respaldo del todo la película, que obtuvo nominaciones a los Óscars por el mejor sonido y vestuario pero no por los mejores efectos visuales (la academia consideró en ese momento que utilizar ordenadores era “jugar con ventaja”); curiosamente, la mayoría de “efectos” de TRON no están hechos con ordenador (puesto que la tecnología era muy limitada) sino que se consiguieron utilizando trucajes tradicionales y manipulando los negativos mediante procesos químicos.
Al revisitar hoy en día TRON, nos encontraremos ante un film considerado de culto que si bien ha envejecido visualmente ostenta el merito de ser el pionero que sentó las bases técnicas y ideológicas del cine espectáculo del Siglo XXI.
Marc Gimeno
junio 2010