Viaje a través de la nebulosa Orión que se proyecta en público sobre un planetario.
Volume Visualization of Orion Nebula (Autores varios, 2000)
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Nunca se dispuso de tanta capacidad de cálculo (superordenadores) para producir una animación educativa. Realizada por el San Diego Supercomputing Center para el planetario Hayden de Nueva York.
Producida por el San Diego SuperComputer Center para el planetario neoyorquino Hayden en el año de 2000, aunque ha podido verse al menos durante cinco años a periodos intermitentes.
Es esta pieza divulgativa una muestra especialmente ilustrativa de lo que puede y debería hacerse con los medios digitales a la hora de difundir conocimientos. Este producto audiovisual está concebido para la función más que concreta de proyectarse en un planetario, por lo tanto la puesta en escena no es casual, y el uso de la potencia de los superordenadores del San Diego Center tiene una finalidad muy específica, por lo que nada en este vídeo es aleatorio. No obstante, ambas variables están intrínsecamente relacionadas en el planteamiento didáctico: objetivo y herramienta.
Cuando nos acercamos hasta un planetario, que es un tipo de museo más dinámico que el resto, lo hacemos en busca de una manera distinta de aproximarnos a una materia, en este caso la astronomía. La astronomía es el estudio de los que está más allá de nuestro planeta, por tanto se refiere a lo apenas visible, a algo de lo que sólo podemos intuir su dimensión. En ese sentido, sería el mismo tipo de búsqueda que la biología celular, el primero para ver de cerca lo inmenso, y lo segundo para observar lo diminuto. Qué mejor herramienta entonces que el digital, que desde sus inicios ha servido para mostrarnos lo invisible.
El funcionamiento de la sala de proyección de un planetario es similar al de un simulador de vuelos: un recorrido en tiempo real sobre un fondo en tres dimensiones. Así, el planetario nos invita a navegar en torno a la inmensidad de la nebulosa de Orión. Por ello, el primer movimiento de cámara es un travelling circular, para aportar una idea del diámetro de acción. A continuación se nos desvela la función más versátil del digital: podemos acercarnos hasta lo más mínimo (los gases en combustión) para luego volver con un plano general a contemplar una inmensidad inconcebible para el ser humano. Es ahí donde nos hacemos conscientes de la precisa función de los superordenadores; que son capaces de calcular lo que está fuera de nuestra capacidad, y no sólo eso sino de además hacérnoslo visible. Debe reconocerse pues la tremenda utilidad de una herramienta científica más y que aún tiene mucho por decir; Queda aquí refutada su valía como fuente de conocimiento, más aún si va unida a un medio tan dinámico como el audiovisual.
Es por eso por lo que aprendemos y disfrutamos con una pieza como ‘Volumen Visualization of the Orion Nebula’.
Alejandro Medina
junio 2010