Las aventuras y rivalidades de los juguetes -el cowboy Woody y el astronauta Buzz- de un niño. Primer film íntegramente realizado por ordenador.
Toy Story (John Lasseter, 1995)
Tráiler YouTube
Oscar 1995 (mejor largometraje de animación – primer Oscar a un largometraje 3D). Por ahora tiene dos secuelas: Toy Story 2 (John Lasseter & Ash Brannon, 1999) y Toy Story 3 (Lee Unkrich, 2010). De Pixar.
La animación por ordenador, por encima de todo, es un juego constante que nos permite crear todo tipo de universos inventados. Toy Story recoge la esencia de la animación. Es una historia de juguetes, uno de los elementos principales de juego de cualquier niño, un “amigo fiel”, como dice la canción de la banda sonora. A lo largo de la película, hay una constante dialéctica entre juego y realidad.
La gracia de los juguetes reside en que, por un lado, vemos sus elementos más característicos realzados, y por otro, los vemos realizar acciones y experimentar emociones muy humanas. Continuamente aparecen gags, propios de juguetes, como que al llegar Buzz Lightyear éstos le pregunten por su marca y su lugar de fabricación, que conviven con temas que caracterizan al ser humano: la envidia, la amistad, el miedo a ser sustituido, la rivalidad, etc.
Además, es interesante el hecho de que los juguetes cobren vida a escondidas de los humanos. Esto crea una división evidente entre lo que es el mundo real (el de los humanos) y el mundo del juego (el de los juguetes). Los juguetes viven para hacer feliz a Andy y cuando éste está cerca, han de volver a su esencia para que el niño pueda jugar con ellos. Toda la aventura que viven Buzz y Woody es para que Andy los recupere.
Hay un último factor importante que evidencia aún más la dialéctica entre juego y realidad. Buzz, al principio, piensa que, realmente, es un guardián espacial. Él vive en un mundo paralelo y piensa que los demás juguetes son seres de otro planeta. Su ilusión se rompe al ver un anuncio en televisión (elemento que pertenece al mundo real) y descubre que realmente es sólo un juguete. No es hasta que entiende que su misión en la vida es hacer feliz a Andy, un niño para el cual él es lo más importante en el mundo, que recupera la ilusión.
Hay una escena que funciona perfectamente como metáfora de la animación. Es aquella en la que Buzz y Woody conocen a los extraterrestres de la máquina de feria en Pizza Planet. Los extraterrestres le explican que “el gancho es su amo” porque él decide “quién se va y quién se queda”. Ese gancho es la animación, ya que permite mover los hilos de sus personajes a su antojo y crear sin limitaciones, “hasta el infinito y más allá”.
Brenda Roqué
junio 2009