Un hombre accede a una monstruosa catedral gótica ubicada en el extremo de una enorme acantilado y acaba formando parte de ella.
The Cathedral (Tomasz Baginski, 2002)
Nominación al Oscar 2002 (mejor corto de animación). Mejor film de SIGGRAPH’02. Producción de Platige Image.
Un peregrino entra en una catedral de un satélite de Júpiter y acaba formando parte de ella. Resumiéndolo, éste sería el argumento de Katedra del polaco Tomek Baginski, un corto de animación basado en una obra de su compatriota, el escritor Jacek Dukaj.
Baginski, que había estudiado arquitectura y trabajaba en el campo de la publicidad, buscaba una ocupación creativa que realizar después de su empleo cuando decidió contactar con Dujak para que le ayudara a encontrar una idea para realizar su corto. Después de catorze meses con un trabajo al que se acabó dedicando a tiempo completo (tuvo que abandonar su empleo), consiguió cumplir su reto y acabar Katedra, sólo con la colaboración del colectivo Platige, también polaco y del que Baginski forma parte.
La obra está trabajada principalmente con 3D Studio Max y Photoshop. Al empezar Katedra, Baginski era un buen modelador (de hecho había trabajado como tal), pero no sabía nada sobre animación. No se echó atrás y decidió aprender sobre la marcha, hasta el punto que muchos de sus efectos están desarrollados de manera no convencional, a partir de trucos compositivos descubiertos por el autor que al ser revelados destapan su supuesta ignorancia como animador. Aun así, la pieza es una maravilla en todos los campos, en cuanto a trabajo de moldura, iluminación y texturas (sólo hay que ver las columnas de la “Catedral de Baginski”), así como de animación y edición, en que se ve la influencia de Gaudí (arquitecto al que Baginski admira) y del pintor contemporáneo polaco Zdzisnaw Beksinski (muy conocido en su país pero mucho menos fuera de él).
El resultado: una obra impactante, de una belleza extraordinaria, con una atmósfera impecable y cargada de significado, y el premio al mejor corto de animación en SIGGRAPH en 2002, además de una nominación a los Oscar. Es espectacular si se tiene en cuenta que se trata de su seguna pieza audiovisual, y que la realizó prácticamente solo. Su siguiente trabajo, Sztuka Spadania (Fallen art) también se aparece como otra maravilla a la altura de su anterior obra, aunque con un estilo muy diferente.
El corto parece ser un compendio de la sociedad y la cultura polacas, y es que Dukaj y Baginski (ambos nacidos en los 70) son dos de los referentes de la actual Polonia intelectual poscomunista, siendo maestros de la ciencia – ficción (en que años antes destacó Stanislaw Lem, el autor de Solaris) y la animación (Polonia fue la ”fábrica” de dibujos animados del bloque comunista desde sus estudios de Bielsko-Biana). Por otro lado, esta pieza no podía salir de otro país que no fuera tan fervosamente católico como lo es Polonia. Sólo hay que ver la reflexión que hace Katedra: la Iglesia (en mayúsculas) se construye, se ha construido y se construirá a partir de la vida de muchas personas.
Oriol Martí
junio 2009