En un café de París de los años sesenta, un envarado hombre de negocios va a pagar la cuenta pero no encuentra su cartera.
French Roast (Fabrice O. Joubert, 2008)
Tráiler YouTube
Premio del jurado en SIGGRAPH’09. Hay un instructivo blog de producción.
‘French Roast’ es un cortometraje de animación del estudio francés The Pumpkin Factory. Ha ganado diferentes premios en diversos festivales e incluso estuvo nominado a los Oscar como mejor cortometraje.
En un primer momento, la historia se presenta como algo anecdótico, pero se acaba convirtiendo en un cortometraje moralista sobre las falsas apariencias. La falta de diálogos y la caracterización de los personajes mediante los sonidos refuerzan esta idea del “aparentar”.
Tres son los individuos entorno a los cuales se desarrolla la acción. El primero que se presenta es el vagabundo, con el pelo enmarañado, una actitud brusca y con el sonido de las moscas acompañándole siempre. Entra y sale del café pidiendo dinero a los clientes. El segundo personaje que aparece es el empresario francés, estirado y bien vestido, le niega caridad al mendigo de malas maneras. Por último, la vieja monja que parece dulce y generosa, ya que le regala un billete al vagabundo.
Una vez presentados los tres ejes de la historia, empieza la parte moral del cortometraje. El empresario ha descubierto que se ha dejado la cartera y necesita conseguir dinero para pagar al camarero. Después de ver que la monja tiene dinero en su bolso, decide robárselo y así poder salir indemne de la situación. Entre tanto, llega un policía que cuelga un cartel con la foto de un ladrón. Cuando finalmente el empresario se atreve a robar el dinero de la monja, descubre que la vieja es en realidad el ladrón. Finalmente la monja sale tranquilamente del café con su botín y es el mendigo quien paga la cuenta del empresario con un billete de la ladrona. Sin pedir nada a cambio, sólo paga.
La idea de las apariencias se ve aún más reforzada con el espejo que se encuentra detrás de los personajes y que nos muestra el interior del café y la calle del exterior. Este recurso facilita al espectador ver todas las acciones con un encuadre bastante estático. Sólo algunos paneados descentran el marco principal, pero en general siempre muestra la misma acción: el dilema del empresario.
Èlia Pablo
junio 2010