Experimento de modelización y luz en el interior de la basílica de San Pedro de Roma.
Fiat Lux (Paul Debevec, 1999) YouTube
Las propiedades del entorno -geometría, apariencia, iluminación- fueron obtenidas a partir de fotografías. Más información del propio autor.
Fiat Lux, proyecto experimental del americano Paul Debevec, es un divertimento con un toque de misticismo que se sirve de las potentes imágenes de la Capilla de San Pedro del Vaticano, en Roma, de telón de fondo para aplicarle unas sobreimpresiones animadas.
Pero seguramente sea aún más interesante el trabajo que se ha hecho con la luz, y es que a partir de unas fotografías, el autor desarrolló las propiedades del entorno, incluyendo, además de su apariencia, la iluminación del espacio. De esta forma, Debevec es capaz de traducir la información de la imagen fija en un recorrido en movimiento a través de las naves de la basílica, reconstruyéndola en versión sintética y haciéndole incidir la luz desde los ventanales según la posición en que se encuentra la cámara.
Delante de este paisaje sintético bañado de luz artificial, el autor coloca una serie de objetos como bolas o piezas, que recuerdan a juegos clásicos como Pinball o Domino. A lo largo de la animación, Debevec se permite jugar con estos pocos elementos y hacerlos encajar en esta atmósfera recreada por él mismo. Una atmósfera, por cierto, de un extremo nivel de detalles, y es que en cada una de las bolas hay reflejado el entorno, convirtiéndose así en una piel metálica que proyecta el espacio que les permite jugar, existir.
Por otro lado, cabe destacar la elección de la música, que contribuye a conformar este ritmo solemne, litúrgico, que tan bien encaja con el ambiente religioso y profundamente preciosista del conjunto de la pieza audiovisual.
En conclusión, Debevec pone de manifiesto cómo conjugar en armónico equilibrio la investigación técnica y la voluntad o aspiración estética. Una dimensión artística que consigue, en parte, gracias al uso de la música. En otras palabras, Fiat Lux representa un cóctel perfecto entre técnica y estética.
Juli Carné
junio 2010